La entrada a la isla de Huahine es espectacular como me comento la pareja que conocí hace unos días en Tahaa.
Nuestro primer fondeo fue en la Baie d´avea, según dicen una de las playas más bonitas de la Polinesia.
Desembarcamos y recorrimos bastante isla andando hasta encontrar la tienda de artesanía de esta pareja pero lamentablemente y como imaginábamos no habían podido llegar. No lo harán hasta que encuentren vientos favorables para poder realizar el trayecto con el trimarán. Nosotros llegamos hasta aquí a motor con el viento de proa.
El lugar donde tienen situada su tienda es un rincón muy bonito y justo en frente a poca distancia está el motu donde viven.
De regreso al barco encontramos un supermercado en el que paramos para tomar algo de camino al barco.
Creo que ya he comentado alguna vez que en Polinesia está prohibido beber alcohol en la calle y tampoco se puede beber dentro del establecimiento a menos que sea un bar. Allí conocimos unos eslovacos que estaban de vacaciones, tres chicos solos alojados en una pensión y que se encontraban un tanto aburridos.
Antes de llegar al barco encontramos un pequeño hotel donde ya sentados en una mesa pudimos saciar nuestra sed y tras un paseo por la playa ya totalmente de noche, observando los cangrejos tanto marinos como terrestres, regresamos al barco.
Desde que Eli y Oscar llegaron y con mi querida Graciela, estoy disfrutando muy intensamente los lugares que visitamos. El ambiente del grupo en el barco es alegre y divertido. Vivimos momentos muy especiales.
Al día siguiente dejamos esta maravillosa playa para fondear frente a Fare.
Allí fuimos al supermercado, hay un Super U muy grande y con buenos precios. Vimos un espectacular atardecer de colores rojos sentados en la terraza de un bar donde coincidimos con tripulaciones de la ARC y conseguimos contactar con un mecánico para que echara un vistazo al motor de la zodiac y nos lo reparara ya que ya no nos funcionaba de nuevo e íbamos a remo.
También encontramos una lavandería.
Eli, Oscar y yo hemos conocido a algunos habitantes de estas islas muy amables y generosas.
Tras una tarde y una mañana aquí muy distraídos, después de comer nos hemos ido a fondear frente a una pequeña playa que vimos el día que llegamos.
Se llama Teapaa bay Moorings. Es muy pequeña pero sus montañas tienen una vegetación exuberante y miles de tonos verdes. Allí hemos visto el atardecer más bonito de todos los lugares que hemos visitado.
Empezó a bajar el sol y los colores de las montañas empezaron a transformarse en verdes más intensos y amarillos dorados mientras en el cielo aparecía un increíble arco iris marcando fuertemente sus colores y de un tamaño tan grande que para poderlo ver bien debíamos girar la cabeza de lado a lado. Mientras, a nuestra espalda el sol se iba colando en el mar dibujando en el cielo tonos naranjas, rosas, amarillos y negros y sobre el mar decenas de grupos de flores flotaban en el agua.
Impresionante.
Ya de noche seguimos la salida del canal para dejar atrás esta espectacular isla y dirigirnos a Maupiti.
