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ISLAS FIJI



El Jueves 4 de Julio a las 6h de la tarde, en navegación de Tonga a Fiji, pasamos el meridiano 180 y con el cumplimos casi 7 meses de navegación y más de 11 mil millas.

El meridiano 180 es el punto más lejano a casa. Son nuestras antípodas.

Si hiciéramos un agujero en línea recta desde este punto atravesando la tierra apareceríamos en España, situada en el meridiano 0 o 360.

El viernes 5 de julio llegamos a Fiji tras unos buenos días de travesía a vela.

Sé que cada vez que descubro un nuevo lugar lo clasifico como paraíso, pero así es, tengo la fortuna de ir de paraíso en paraíso.

Todos son bellos a su manera, ninguno mejor que otro… diferentes, pero Fiji, no sé si por sus islas junto con el carácter de sus gentes, su luz y sus playas, me ha parecido uno de los lugares más bellos que he visitado.

No hemos podido parar en el grupo de islas llamadas Lau, de las que me han hablado maravillas las personas que han tenido la fortuna de visitarlas. Nosotros hemos ido directamente al grupo llamado Yasawa Island.

Dos de los pasajeros que embarcaron en Tonga, Alejandro y María Luisa terminan su viaje aquí en Fiji y debido a que llegamos con el tiempo justo para legalizar la entrada al país y que ellos puedan salir sin problemas en avión del país, no ha sido posible visitar las Lau.

Podíamos hacer la entrada en el país en Suva o en Nadi y decidimos Nadi para que ellos puedan por lo menos disfrutar de tres días por estas impresionantes islas.

Nuestro primer fondeo ha sido frente a una pequeña isla desierta donde los tonos azules, verdes y turquesas dibujaban un mar con una tabla de colores maravillosa. Nanuku es propiedad privada de un resort, pero a pesar de ello bajamos a visitarla.

En 5 minutos recorres la isla. Muy bonita. Allí nos bañamos y después de comer fuimos al fondeo de Malumu bay, en la isla de Mbengga.

Qué bonita la entrada hasta la bahía. Una vegetación impresionante forra las altas montañas a ambos lados, pintadas de un espectacular color verde.

Pensábamos fondear en este bonito lugar para pasar la noche pero se nos estropeo el molinete de la cadena del ancla y marcaba demasiada profundidad, lo que significaba que tendríamos que tirar mucha cadena que luego deberíamos recoger a mano, así que decidimos continuar hacia el oeste para ganar millas en nuestra aproximación a las Yasawa y mientras navegábamos se pudo reparar la avería fondeando en Yanuca Island para pasar la noche. Una pequeña bahía con un par de casitas en la playa, en la que al caer la noche se dibujaban dos lucecitas tenues. Un rincón muy bonito.

La mañana del sábado levantamos ancla para pasar el día navegando llegando al atardecer a Musket Cove, en Malolo Island.

Una bahía espectacular donde estaban fondeados muchísimos barcos. Al ser ya temporada vacacional hay mucho neozelandés y australiano por aquí disfrutando del verano.

El Yacht club Musket Cove es chulo. Está en el complejo de un resort donde hay restaurantes, supermercado y zonas de ocio. También hay un cajero para poder sacar dinero. Aquí es donde hemos podido conseguir moneda del país.

Cenamos en el restaurante del resort y luego paseamos por la bahía.

A la mañana siguiente levantamos el ancla y nos vamos a Vuda Marina, en la isla de Viti Levu, donde nos informan que para poder darnos amarre debemos tener formalizada la entrada en el país por lo que nos dirigimos a la ciudad de Lautoka para intentar hacer los papeles de entrada a pesar de ser Domingo. Fondeamos frente a un pequeño resort y con un taxi boat nos dirigimos a las oficinas del puerto comercial.

El servicio de inmigración estaba cerrado pero el vigilante del puerto hace una llamada y vienen dos oficiales muy simpáticas a atendernos.

Aquí es posible hacer los papeles de entrada en domingo pero pagando un suplemento que no se paga si se realizan de lunes a viernes.

En nuestro caso debemos hacerlo así ya que Alejandro y María Luisa deben salir del país el martes y no queremos arriesgar a que surja cualquier problema y pierdan su vuelo de regreso a España.

Una vez finalizados los tramites, parte de la tripulación nos vamos al resort donde tenemos fondeado el barco y Sergio junto con el agente de bioseguridad suben al barco para pasar la inspección.

Pasados todos los trámites nos reunimos todos en el resort donde cenamos platos típicos de Fiji, por cierto, todos ellos deliciosos.

A la mañana siguiente volvemos a Buda Marina donde ya nos dan amarre para 2 noches y allí desembarcan y nos despedimos de Alejandro y María Luisa, con los que hemos pasado 15 días navegando por Tonga y un poquito de Fiji.

Marina Buda es una marina un poco peculiar. No hay pantalanes, tiene forma circular y los accesos para bajar del barco a tierra o a la inversa son un tanto complicados, además de las notables subidas y bajadas de la marea, pero es bonito y su personal es extremadamente simpático, amable, alegre y atento.

Tiene una pequeña cafetería junto a una tienda náutica y la lavandería. También tiene un bonito restaurante y bar llamado “Piratas”.

Precisamente el día que llegamos después de las 13 horas el piratas cerró porque celebraban una espectacular boda hindú que duro hasta bien entrada la noche, con mucha música y fuegos artificiales.

Desconocía que en Fiji existe un alto porcentaje de población hindú, aunque al visitar la ciudad de Lautoka, pude observarlo.

Excepto unas galerías comerciales donde hay un gran supermercado, tiendas, cine y restaurantes de todo tipo, el resto de la ciudad está dominado por el comercio hindú, lo que da a la ciudad un increíble toque de exotismo y te transporta a algunas calles de la India.

El Martes Lola y yo lo dedicamos a estar en la ciudad. Por la mañana junto con Meres y Sandra fuimos al supermercado para hacer la gran compra hasta Vanuatu. Compramos las tarjetas de móvil para poder tener internet, cambiamos dinero, etc…

Nosotras nos quedamos a comer y paseamos por sus peculiares calles llenas de color y olor a incienso. Hicimos algunas compras y ya al anochecer esperamos a Meres que quería hacer también algunas compras aunque llego demasiado tarde por lo que solo pudo disponer de una hora.

Nos habían comentado que los comercios cierran a las 21h pero la realidad es que a las 18h casi todos bajan sus persianas.

Cuando llegamos al puerto nos encontramos con la agradable sorpresa de reencontrarnos con Manel y Arnau, del Peikea y tuvimos la ocasión de conocer a los hijos de Manel que habían venido a Fiji a visitarle. Encantadores.

Desde que dejamos Tonga ya no habíamos vuelto a coincidir por Fiji con ningún barco de la ARC. Aquí encontramos barcos de particulares que no están dando la vuelta al mundo sino de vacaciones.

Cenamos todos juntos en el restaurante junto con otras tripulaciones de la ARC que ya conocíamos de coincidir en otros fondeos. Una noche muy guay.

A la mañana siguiente todos dejamos atrás la marina no sin antes despedirse de nosotros con una bonita canción todo el personal de esta, mientras repostábamos gasolina.

Sin lugar a dudas una marina súper recomendable para todos los que paséis por esta zona.

Nosotros nos dirigimos a Yanuya island, la isla donde se rodó la película “Naufrago” de Tom Hanks.

Llegamos un par de horas antes del atardecer. La aproximación a la isla desde el barco ya deja ver lo bonita que es y cuando pisas tierra descubres porque eligieron esta isla para rodar la película.

Sus aguas son increíblemente transparentes y a medida que va atardeciendo sus colores van cambiando desde tonos verdes pasando por lilas y rosas. Arena blanca de coral, una lengua de arena y la subida a la impresionante montaña. A los pies de la ladera sigue el “Help me” que hace en la arena Tom Hanks en el rodaje de la película.

Particularmente para mi visitar esta isla ha sido emocionante ya que este actor y sus películas me encantan. A el tuve el privilegio de conocerle en Paris y en New York también pude visitar la Fao y el piano donde rodo la película Big.

Por la noche, fondeados frente a la isla, la silueta de esta es espectacular. Las estrellas caen casi hasta su arena que con la luz de la luna se ve especialmente blanca.

El 11 de julio ponemos rumbo hacia las islas de Navadra y Vanua Levu. La entrada al fondeo es impresionante. Largas playas de arena y coral y una lengua de mar uniéndolas donde encuentras ermitaños con sus caracolas en forma y colores de piedras. El mar regala colares de todos los colores, conchas, caracolas…

Bajamos a hacer un picnic en la playa en el lado de Navadra y por la tarde con la zodiac nos fuimos a pasear al lado de Vanua Levu. En este lado hay unas formaciones de roca en el agua muy bonitas y una montañita por la que corren cabritas salvajes. Una larga lengua de mar que en algunos tramos cruza el agua de un lado al otro de la isla. Todo un espectáculo de color y contrastes en el que puedes estar durante horas observando lo bonita que es la naturaleza.

El 12 de Julio visitamos Wayaseva island.

Nada más fondear se nos acercan unos pescadores a saludarnos a los que preguntamos si podemos bajar a visitar la isla. Nos dicen que sí y nos dan el nombre del representante del pueblo para que una vez en tierra preguntemos por él.

Y así lo hacemos. Bajamos a tierra y en la playa encontramos a un grupo de niños pequeños con sus profesoras jugando en la playa. Están pasando la hora del recreo allí.

Preguntamos por la casa del representante y cuando llegamos nos invita a pasar.

Es un señor muy mayor, apenas ve debido a unas evidentes cataratas. Nos explica cómo funciona su pueblo, nos pregunta de dónde venimos y le entregamos golosinas para los niños.

Tras pasar un rato allí con el charlando nos invita a que paseemos por el pueblo.

Las casas son humildes pero muy limpias y bien cuidadas, decoradas con telas de colores llamativos. Lo primero que vemos es la guardería, bonita, como cualquier otra clase de las que nosotros conocemos; quizás más colorida. Seguimos paseando y tras cruzar un puentecito de madera encontramos un gran campo de rugby y el colegio, en un paraje increíble al borde del mar lleno de palmeras.

Tras pasear volvemos al punto donde habíamos desembarcado y allí nos invitaron a sentarnos las maestras con ellas. Sandra y Meres jugaban con los niños en el mar y el resto hablábamos con ellas, que divertidas hacían fotos y emitían videos en directo en Facebook.

Al paraíso también llegan las redes sociales y les gustan. Precisamente en Fiji es donde hemos tenido más cobertura en islas y en el mar. Nosotros contratamos con Vodafone.

Al mediodía nos despedimos de los habitantes de este maravilloso rincón y pusimos rumbo a Drawaqa island para nada con las mantas.

Fondeamos y rápidamente nos vamos al paso donde está indicado que pasan las mantas.

Lamentablemente es un punto de excursión que ofrecen los resorts a sus huéspedes por lo que encontramos varias embarcaciones con turistas.

Afortunadamente se marchan y nos quedamos junto con una embarcación de locales que no llevaban turistas y otra pareja de un barco que iba en su propio dingui.

El fondo marino es realmente bonito. Cientos de peces y corales de todas las formas y colores.

Buscamos a la manta y cuando ya subo en la dingui….la encontramos.

Consigo verla desde arriba, nadando por la superficie, pasando ante mí con esa elegancia y majestuosidad que te deja hipnotizado y sin palabras. Su tamaño de unos dos metros. ¡Qué bonito!.

Sergio y Sandra la consiguen ver en el agua.

Pasamos la noche en este fondeo y a la mañana siguiente salimos hacia Nanuya, con 25 nudos de proa, embarcando olas y empapándonos con ellas, aunque nos resulta divertido.

En el fondeo de Nanuya hay un hotel que tiene una terraza privilegiada para ver el atardecer.

Ahí y tras pasear por la playa compartimos confidencias Lola, Sergio, Meres y yo con una botella de vino mientras se ponía el sol.

A la mañana siguiente y ya para despedirnos del embrujador Fiji nos vamos a fondear entre Yasawa, Sawa-i-Lau I y Nanuya. Sin duda alguna el mejor fondeo que podíamos haber escogido para llevarnos en nuestras retinas la desbordante belleza de estas islas.

En la isla de Sawa-I-Lau I hay unas cuevas que parece ser que son impresionantes aunque lamentablemente nosotros no hemos podido visitarlas ya que es Domingo.

La montaña de Sawa-I-Lau I emerge del mar formando en el borde del agua unas bellas formas rocosas y a medida que sube va creciendo su salvaje vegetación.

En su parte oeste va descendiendo hasta formar una playa de arena blanca que cuando la marea esta baja une esta isla con Nayura y frente a cada una de ellas emergen del mar dos grandes rocas como pequeñas montañas rodeadas por unas aguas turquesas que se van difuminando para crear verdes y azules, creando un impresionante paisaje que por mucho que yo intente describir no alcanzaría a definir tanta belleza.

Los tonos verdes de su montaña son verdes metalizados, claritos, oscuros…dependiendo de la vegetación tan variada que en ella nace. En medio de toda esta explosión de frondosidad mezclada con zonas rocosas se dibujan estratégicamente algunas palmeras.

Con la luz del atardecer la belleza del lugar se multiplica.

Poco antes del atardecer nos despedimos de Fiji para poner rumbo a Vanuatu.



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