El sábado 4 de Mayo dejamos atrás el puerto de Papeete, Tahití, dirección Moorea, donde hemos pasado tres días.
Como hay cambio de capitanes estos días hemos estado toda la tripulación más Sergio, que ha compartido estos tres días con todos nosotros antes del desembarque de dos tripulantes y el capitán.
El primer fondeo lo hicimos al traspasar la barrera de coral sobre unas aguas increíblemente transparentes con fondo coralino. Mirando al agua tenías la sensación de estar viendo el interior de un acuario y el barco flotando en la superficie de este.
Nos bañamos, comimos y pasamos la noche allí.
A la mañana siguiente cambiamos de ubicación y nos fuimos a la Bahía de Cook.
Situada entre montañas llenas de acacias y palmeras, con algunos picos con cierta similitud con las montañas de roca de las Marquesas y una vegetación nueva para nosotros.
Desembarcamos y fuimos a caminar aunque al ser Domingo los poquitos lugares que hay permanecían cerrados. Llegamos hasta la típica iglesia de estas islas.
Nos encontramos en el fondeo con barcos conocidos. Por aquí vamos siguiendo muchos el mismo rumbo, especialmente los que van participando en la ARC.
A la mañana siguiente de nuevo cambiamos nuestro fondeo para pasar ya la última noche en Moorea.
Tiramos el ancla frente a una bonita playa llena de palmeras y mesas de picnic.
Un grupo se fue a hacer snorkel y yo me fui con Graci y Cris a la playita a bañarnos.
Nuestra primer baño en una playa en las islas Sociedad.
Por la tarde bajamos a pasear y a ver que descubríamos.
Llegamos al hotel Hilton de Moorea, donde entramos a tomar una copa para ver desde allí el atardecer.
Un magnifico resort lleno de cabañas sobre el mar. La imagen de los catálogos de viaje y películas.
Allí conocimos una americana que vivió unos años en España, que acababa de casarse y estaba con su recién estrenado marido de luna de miel.
Con ellos compartimos el camino de vuelta al barco con una animada conversación.
La mañana del 7 poníamos rumbo de nuevo a Papeete pero solo por unas horas.
Entrar en el puerto para desembarcar a los tripulantes que terminan aquí.
Alguno de ellos embarcado desde hace algunos meses como es el caso de Jorge, con quien compartimos el cruce del canal de Panamá, la travesía del Pacífico, el descubrimiento de las Marquesas y sus habitantes. Una pincelada de las Tuamotu y Tahití.
En este trayecto de Marquesas a Tahití he aprendido mucho de muchas personas que se han ido cruzando en mi camino.
Recuerdo una conversación en el puerto con un viejo marinero que explicaba mil y una anécdotas de cómo era la vida en el mar antiguamente, donde las mujeres prácticamente no tenían cabida.
Desconocía, como muchas otras cosas, que existía la figura del “ama de llaves” en los barcos, como me explico aquel viejo marinero que pasó su vida recorriendo mares y océanos.
En esta navegación he entendido este concepto.
Nada como charlar con “lobos de mar” curtidos en todo tipo de vivencias para entender los entresijos de un barco y de la mar.
Mientras desembarcaban los que terminan aquí sus vacaciones, Graci y Enrique han aprovechado para hacer unas gestiones rápidas, hemos llenado los tanques de agua y nos hemos ido a Puerto Taina, donde nos habían dicho que había un Carrefour que nos iría genial para hacer la compra para el nuevo trayecto.
Allí nos hemos encontrado con el simpático y amable José, del “mosquito valiente”.
Si alguno de vosotros está interesado en hacer un chárter por la Polinesia podéis contactarle a través de su página Facebook “El mosquito valiente”. Seguro que os propondrá un viaje inolvidable por estos paraísos.
Hemos hecho la compra y nos la han acercado al puerto y desde la gasolinera la hemos podido cargar al barco.
Zarpamos rumbo a Bora Bora donde nos esperan nuevas aventuras y con buenas energías en el barco.
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